Vino Barqueres 2017 (Costers del Segre)

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    Vino Barqueres 2017 (Costers del Segre).

    El proyecto personal e independiente de Tomàs Cusiné empezó en el año 2003 en la comarca de Les Garrigues, en Lleida. Tras acumular experiencia en bodegas como Castell del Remei y Cérvoles, Tomàs apostó por elaborar vinos con carácter que reflejaran el territorio sin renunciar a su propia filosofía vinícola. A día de hoy sigue empeñado en consolidar un estilo que prioriza el trabajo en la viña y se rige por la enología de precisión, como podemos comprobar en las bodegas de su propiedad: Castell del Remei, Cérvoles Celler, Cara Nord y Tomàs Cusiné, la bodega de autor que lleva su nombre. Experto en la D.O. Costers del Segre, ha traspasado los límites de la demarcación creando Cara Nord Celler (D.O. Conca de Barberà) y elaborando el vino Mineral (D.O. Montsant). Su experiencia como enólogo durante más de 30 vendimias explica su maestría en el ensamblaje de vino, una materia en la que es reconocido como uno de los mayores expertos en la actualidad.

    El pueblo de El Vilosell acoge la bodega Tomàs Cusiné, instalación totalmente equipada para producir vino con altos estándares cualitativos y con un incuestionable espíritu innovador: detallado estudio de las fincas de viñedo propio, investigación en torno a las variedades de uva, desarrollo de un banco de levaduras propias, fermentación de los vinos blancos en tinas de madera de 2.000 litros, uso de ánforas cerámicas de diversa capacidad, etc.

    Las 30 hectáreas de viñedo están gestionadas de manera ecológica y sostenible y plantadas con 17 variedades diferentes, en una búsqueda incesante de las uvas que mejor se adapten al territorio. Las diferentes parcelas gozan de una climatología muy suave a pesar de los rigores propios de la zona. Situadas por encima de los 700 metros de altitud, se benefician de una pluviometría adecuada para la viticultura de calidad y gozan de suelos francos con diferentes niveles de gravas que confieren un buen drenaje del que se beneficia la planta. El conjunto de estas singulares condiciones favorece una maduración lenta de las uvas, con vendimias tardías que contribuyen a lograr una óptima acidez, grado elevado, pieles gruesas, taninos suaves y notable intensidad colorante en los vinos.