De forma arrugada y color amarillo pajizo pálido, desarrolla una textura suave, natosa pero compacta; la Robiola esta envuelta en hojas que en el caso de este queso en particular son de Higuera, lo que le otorga un aroma muy especial. Sabor dulce y vegetal, con notas de miel y jugo de higos.
Esta láctica se elabora con leche cruda de cabra. Moldeado con cazo directamente sobre los moldes se lleva a cabo un lento desuerado. Tras una fase de secado de la superficie y de implantación de levaduras, se produce el desarrollo de la corteza. La producción de enzimas durante el proceso de fermentación y más tarde con el desarrollo de levaduras y mohos, va a provocar una interesantísima transformación de la pasta, provocando un corte heterogéneo del queso.
Antes de la expedición los quesos se envuelven en hoja de higuera, lo que va a marcar definitivamente el final del afinado, aportando un aroma característico, lo que hace inconfundible a esta elaboración.
Sugerencias de armonías:
Cervezas: weissbier o cervezas de trigo.
Vinos: vinos con notas vegetales, tales como saubignon blanc o verdejo, variedades con notas vegetales y acidez para cortar esa cremosidad / nata del queso.
Mermeladas / confituras: miel con nota vegetal, como las mieles de acacia o miel de caña de azúcar. Frutos secos: piñones, que tienen notas resinosas.
Pan: crackers por su carácter firme o crocante, también crackers de soda.
La cesta está vacía 
