Frutas Nacionales y Exóticas

España cuenta con una gran variedad de frutas. Desde el famoso plátano de Canarias hasta otras quizás menos conocidas, como el melocotón de Calanda. Gracias a la producción local, y que tú como consumidor optas por ellas, el cultivo sostenible de estos alimentos es posible a día de hoy.

Dos siglas: IGP y DOP.

O lo que es lo mismo, Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen Protegidas.

Ambas son figuras de protección de la calidad y autenticidad de los productos agrícolas. El sistema que utilizamos en España (y reconocido por la Unión Europea) para proteger nuestros alimentos autóctonos, sus características y procedimientos únicos, el medio geográfico donde se producen las materias primas, la influencia del factor humano en el proceso, y que aseguran los controles que pasan estas frutas y verduras de producción local.

En conjunto, existen un total de 25 denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas relacionadas con las frutas típicas de España. Son 13 las comunidades autónomas las que se reparten estos reconocimientos.

En 2022, España produjo alrededor de 2,9 millones de toneladas de naranjas. De este total, 1,4 millones de toneladas provinieron de la Comunidad Valenciana, dato con el que esta comunidad autónoma se consolida como la principal productora de tal fruta durante el año referido. Andalucía ocupó el segundo lugar con un volumen de producción no mucho menor al de la región líder.

La sandía fue la fruta no cítrica más producida en España, alcanzando una cosecha de casi un millón de toneladas. Los melones y los melocotones ocuparon el segundo y tercer lugar en este ranking, con volúmenes de producción que superaron las 525.000 toneladas cada uno.