El Proyecto “La Dula”: Un Retorno a la Esencia

El vino La Dula (término tradicional para la manada de animales que pastaban juntos en el pueblo) se elabora con una selección de uvas de Tempranillo de viñedos de Labastida y la zona de la Sierra de Toloño. Estos viñedos están plantados en altitud, sobre suelos calcáreos y bajo la influencia del clima atlántico, lo que es esencial para mantener la acidez y el nervio del vino.

La filosofía de Sandra Bravo para este tinto es la de un vino de pueblo: honesto, de trago fácil y que refleje la pureza del terroir sin artificios. Es un vino con una crianza muy cuidada, buscando realzar la fruta en lugar de ocultarla.

Añada 2023: Juventud y Acidez Vibrante

La añada 2023 es la más reciente, y se espera que La Dula muestre una expresión de fruta roja muy vibrante y jugosa, típica de las vendimias recientes en la región.

• Variedades: Principalmente Tempranillo, con un pequeño porcentaje de otras variedades autóctonas.

• Elaboración: La fermentación se realiza en depósitos de hormigón.

• Crianza: Pasa una breve crianza (unos 6 meses) en grandes tinas de madera y fudres de roble francés de 500 litros. Este uso de madera de gran volumen minimiza la influencia del tostado y asegura la estabilidad del vino mientras mantiene su carácter primario.

Notas de Cata (Fruta, Frescura y Mineralidad Sutil)

• Visual: Color cereza brillante, capa media.

• Aroma: Nariz muy limpia y directa, dominada por la fruta roja crujiente (grosella, cereza ácida) y notas de violetas y regaliz negro. El fondo mineral (tierra húmeda) es sutil pero persistente.

• Boca: Es un vino de paso ágil y muy fresco. Su acidez es marcada, lo que lo hace tremendamente bebible y con un final refrescante. Los taninos son ligeros y amables. Es el Rioja perfecto para beber ligeramente frío.